martes, 8 de enero de 2008

Publicidad

Han pasado las fiestas decembrinas y con ello la costumbre de comer solo para quedar bien con quienes nos hayan invitado, consecuencia de ello es el poco (o mucho) sobrepeso que hemos ganado, afortunadamente para poder contrarestar esa "subidita" están toooodos los canales de televisión abierta que te anuncian milagrosos aparatos para perder peso en tan solo unos días, algunos te garantizan que bajaras 2 tallas en tan solo una semana, ufffffff. Lo mas lamentable del asunto es que hay miles (o millones) de gente que de tanto ver esa publicidad terminan adquiriendo alguno de esos aparatos, o aquellos vibradores, o aquellos que dan masajes "para revitalizar la circulación", o los saunas caseros, o los...... (son muchos los.... así que le paro).
Esta industria se ha vuelto millonaria y como no ha de serlo? Si vemos a actores como Brad Pitt en "El club de la lucha" o los cantantes de moda y ni que decir de las actrices y modelos, todos ellos con un abdomen bien esculpido, lo mas natural es que todos querramos tener esa silueta, sentirnos mas varoniles o mas femeninas, bendita publicidad que solo nos ve la cara de tontos con el signo de pesos en la frente. Los anuncios de reducción de peso no sirven para otra cosa que fomentar el mito y ganar billetes, en cómodos pagos mensuales de $.....
La realidad es bastante diferente de lo que la publicidad promete, una cosa es que te deshidrates el cuerpo y aparentes menor talla en la ropa y otra lo que diga la balanza.
En otras palabras, el mito es que puedes reducir la grasa corporal en determinadas partes del cuerpo, mientras que el cuerpo sabiamente distribuye la grasa corporal en todo el cuerpo, cargándose mas en las caderas en el caso de las mujeres y en los hombres al rededor de la cintura ( la panza). Así de simple.
La única manera de poder llegar a tener esos cuerpos esculturales es creando masa muscular (músculos) para que se acelere el metabolismo y queme mas calorías de las que ingerimos, de lo contrario de nada servirá que nos deshidratemos y suframos con las dietas (ya no digamos psicológicamente) para que finalmente volvamos no solo a recuperar el peso perdido sino que le sumemos un par de kilitos como castigo por las dietas que usamos.
Por cierto, cuando los llego a ver estoy disfrutando de unas deliciosas papas fritas acompañadas de un refresco de cola y alguna otra vianda, de esas repletas de calorías.
Viva la libertad de no dejarse engañar y¡¡ buen provecho!!

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