Hay veces en que uno suelta la carcajada con los chistes mas blancos que pueda haber, como este que les dejo.
Plática entre dos amigos:
“Anoche hallé una lámpara en el ático. La froté para limpiarla, y apareció un genio. Me dijo que podía concederme un deseo. Le pedí: ‘Quiero hacer el amor con la Frufrú’. ‘Podrás hacérselo –me respondió–, pero sólo una vez, pues si se lo haces otra vez quedarás encantado para siempre’.
Y le hice el amor a la Frufrú. Y no una vez: Cuatro veces”. Inquiere el amigo, preocupado: “Y ¿quedaste encantado?”. “¡Encantadísimo!”, exclama Simpliciano...
viernes, 22 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario