Hay que ser pacientes mientras llega la hora en que a este despistado se le ocurra volver a echar algo de comida, por lo pronto..... esperar.
Y finalmente salió el olvidadizo, esta vez me armé de paciencia y me quedé como estatua esperando a que bajaran a comer, esta vez fueron tostadas de maíz. Era un ruido aquel donde tronaban los pedacitos de tostada, lo siento por ellos ya que esas tostadas estaban saladas de mas.
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