Superhéroes

Antes veía todas las tardes “La Liga de la Justicia”, donde Batman, Supermán, La Mujer Maravilla, Acuamán y otros héroes menos conocidos, pero no menos admirables, se reunían para enfrentar al villano del momento que, cosa rara, siempre tenía la estúpida manía de conquistar al mundo. Siempre existía una poderosa arma que, o bien controlaba las mentes de las ballenas, para que empujaran los iceberg del polo norte hacia aguas mas cálidas, produciendo su derretimiento y elevando peligrosamente el nivel del mar, o utilizaba un arma gravitacional que desviaría la órbita de la luna, ocasionando un perenne eclipse lunar que impediría el crecimiento de las plantas y mataría a todos los animales, incluyendo a los que escribían los guiones de estas caricaturas.
Crecimos con la idea de que algún científico loco o genio malvado sometería a su dominio a la población mundial. A medida que fui creciendo, los héroes se hicieron más sofisticados, pero los malvados tenían siempre el obtuso objetivo de dominar al mundo. Tanto el Agente 007 como el súper agente 86, tenían el común denominador de defender al planeta de diferentes personajes oscuros con el mismo objetivo.
Gracias a la Divina Providencia, aunque siempre peligrosamente cerca del fracaso, nuestros héroes del pasado y del presente nos han salvado del inevitable Armagedon al que estos empecinados y monotemáticos personajes nos han pretendido someter.
Y les pregunto, que si existe algún ‘Pingüino’ con ánimos de convertir al mundo en un eterno invierno, o algún agente de KAOS esta conspirando en contra de nuestra democracia, produciendo una catastrófica vuelta al comunismo. ¿Nuestros héroes tendrán tiempo de tomarse su Martini y besar a la protagonista, antes de apagar la mecha de la bomba que nos mandaría a todos directo a la presencia de nuestro creador?
Si creen que los archienemigos son cosas de las tiras cómicas y películas de acción, están equivocados. A menos que tengan línea directa con el teléfono rojo en la mansión del excentrico millonario heredero Bruno Diaz, sean vecinos con Clark Kent, o tengan a sus hijos en el mismo colegio que los de la Mujer Maravilla, la misión de salvar al mundo va a recaer en uno mismo.
Confieso haberme preguntado a donde se iba Ultraman después de aniquilar al monstruo, justo antes de que su lucecita del pecho dejara de parpadear, indicando que su batería se había agotado (recién ahora me doy cuenta que Ultraman era eléctrico!).
Es hora bajar por los batitubos, ponerse los calzones por fuera de los pantalones, echar combustible al aviones invisibles, amárrense sus zapatofonos y ponerse el antifaz, porque esta vez no es solo Ciudad Gótica, sino el mundo entero al que tenemos que salvar de unos villanos sin par en la historia, y cuya arma secreta es la de aparentar que son iguales a nosotros. Enciendan sus batirradares, sintonicen su visión de rayos X en algo que no sea tan solo las faldas de la vecina, y defiendan a la tierra de los peores enemigos que la hayan atacado jamás…LOS ILLUMINATI ¡!!