martes, 15 de mayo de 2007

Remembranzas



Como poder olvidar aquella navidad, la primera que pasábamos estando ya casados, aun estudiaba y ella había entrado a trabajar para sostener la casa mientras terminaba mi ultimo año de la carrera, el caso es que nos fuimos a pasar la navidad en casa de mis padres aprovechando que ella no trabaría esos días por lo que nos montamos en el chevy concours 1974 que teníamos y ahí vamos, pisándole al acelerador para llegar temprano, aunque solo eran poco mas de 560 km., la primer parada que hicimos fue en Hermosillo, ciudad que quedaba justo a la mitad del camino pero solo a cargar gasolina y seguir la flecha rumbo a Nogales, que allá nos estaban esperando, llegamos a Santa Ana a visitar a mis tíos Miguel Ángel y Chuyita, como era de rigor no nos dejaron continuar hasta que comimos algo y fue ahí donde mi tío pregunto si el carro ya traía anticongelante pues estaban anunciando que iba a nevar esa noche, la mismísima noche buena, conteste que no, que luego le ponía y siguió la charla en plan normal hasta que nos despedimos y tomamos la carretera de nuevo, ya solo nos faltaban 100 km. así que seria de lo mas rápido llegar y con muy buen tiempo, ya que estaba nublado, el clima estaba solo fresco, no se sentía frío por lo que dudamos que las noticias de la radio fueran verídicas o que solo fuera a llover y nada mas, aunque el cielo no estaba cerrado por completo. Llegamos y risas, abrazos y besos, lo natural después de no habernos visto desde hacia tan solo 4 meses, hago la aclaración de que mi madre conoció a mi esposa cuando estábamos en la iglesia, al igual que una de mis hermanas, la otra ya había tenido la oportunidad de conocerla, aunque solo se trataran unos minutos, cosas de la distancia. Cuando llego mi padre cargado de las botellas para brindar en la noche (ya venia entrado en copas) me pregunto lo mismo que mi tío Miguel Ángel sobre el anticongelante, misma respuesta solo que aquí el actuar fue diferente:

-¿traes tenazas?

-si, en el carro, porque?

-vamos a que le tires el agua

-es en serio que va a nevar?

-así dijeron los gringos y tren un alboroto

-no, siendo así, pues vamos

Así que salimos, el cielo ya mucho mas cerrado, quizás porque ya estaba oscureciendo se veía así, pero por si las dudas a echar mecánica, que no es otra cosa sino abrir la mariposa que lleva en la parte de abajo del radiador hasta que sale toda el agua, pero la cosa no para ahí, claro que no, lo que se tiro fue el agua del radiador, mas no la que traía adentro del motor (la que circula, para que entiendas) así que a prender el motor durante unos minutos y dejar que salga la totalidad del agua, ni para que cerrar la mariposa, así que se quedara pues al día siguiente había que echarle el anticongelante, de ahí vamos para adentro que estaba mas calientito y a seguir come que te come sin parar, bien dicen que la noche buena y la de año nuevo no son para comer, son para tragar, hasta que ya no tienes campo y aun así hay que hacerle los honores a la cena preparada por mi mama, uffff, ya con la comida hasta el cogote, pero cenamos. pasadita la media noche se despidió la lulusa (mi hermana menor) porque se iba con su esposo a seguir la fiesta en casa de sus suegros y que creen? estaban cayendo unos copos de nieve que daba miedo nomas de verlos, pero se sentía bien rico tomarlos en la mano hasta que se derretían, el caso es que nos metimos en casa y saliamos a cada rato a ver como iba el asunto hasta que llego la hora de irse a la camita a descansar.

La mañana siguiente fue simplemente espectacular, la cantidad de nieve que medí en forma vertical fueron 30 cm. bastante interesante, sobre todo a la hora que me puse a limpiar el carro para irnos a dar la vuelta, termine cansado de estar manejando la escoba y es que no es para menos, se le pego al carro que parecia hielo mas que nieve fresca. Bueno, aqui le paro pero les dejo una foto tomada ese dia

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