La quema

Lo dicho hasta el cansancio, las influencias pueden mas que la comunidad o bien, digamos que la costumbre se impone al buen juicio.
A pesar de que esta prohibido realizar la quema de la pajilla del trigo una vez que este ha sido colectado, los agricultores persisten en la costumbre de que es mas rápido quemarla que meter maquinaria y regresar los nutrientes a la tierra mediante el simple volteo de la tierra, tienen prisa por volver a sembrar sin tomar en cuenta que eso que se va al cielo es parte de los nutrientes de la misma tierra, no solo es CO2 lo que sube a la atmósfera, también se van parte de los minerales que son arrastrados por el humo y con ello empobreciendo la tierra teniendo que agregarle después mas productos químico para que siga rindiendo. Hace unos días soplaba mucho el viento y el humo de una de estas quemas penetro hasta el ultimo rincón en las casas de una colonia nueva, al grado de que hubo que evacuar los habitantes pues no se podía ni respirar y el agricultor solo dijo que se había incendiado accidentalmente, que desconocía las causas, lo curioso es que se incendian parejo, de toda la orilla del predio, parejito, nunca, jamas, empiezan del centro.
Bueno seria que ahora fuera la población quien se hiciera cargo de que, una vez que estuviera el trigo casi listo para la cosecha, se lo quemaran y que con ello se le fueran las ganancias y quedara debiendo hasta los calzones porque sin cosecha no hay dinero, que sientan lo que es perder todo por culpa de sus abusos que cometen en contra de la población civil.