Llegada a Mérida Parte II

Ya en el aeropuerto de Monterrey fue cosa de esperar a que llegara el siguiente día, aunque por el frío que se sentía no se pudo descansar o dormir, me la pasé entrando y saliendo del edificio, hasta los cigarros se me acabaron pero por fin llego la hora de que pude abordar el pajarraco de acero, no sin antes haber coqueteado con una pasajera que iba con otro rumbo (afortunadamente para uno), salimos con 15 minutos de retraso y llegamos acá con 25, así que se perdió tiempo en el aire, lo bueno es que ahora no me importó el paisaje, me recosté contra la ventanilla y desperté cuando dijo el capitán que estábamos a 15 minutos de llegar a Mérida, tiempo suficiente para despertar, ver como llegábamos a la costa y mirar todo verde hasta que llegamos a la ciudad, un aterrizaje como medio forzadito y una pista muy larga para hacerlo, como que el ayudante fue quien aterrizo o le había calculado mal la distancia al piso, salí, espere a que llegara mi mochilita y vámonos, como 20 pasillos para poder llegar hasta la salida conde me esperaba Emma y su hermana Silvia, que era la del carro y que nos llevo a la casa de fortuna (o Katty). Ya estaba en Mérida. Que seguirá?