Oaxaca III

Mi último día en esa ciudad la dediqué a terminar de recorrer usando el transporte público, como es una ciudad que se ha extendido mas en forma plana que hacia los cerros la distancia que hay que recorrer es mucho mayor, si bien es cierto que lo que se ve no es nada diferente que lo que hay en otras capitales estatales, muchas casas de las llamadas "interés social", la vialidad es bastante buena lo mismo que el transporte público, mucho taxi para moverse cuando ya no está trabajando el transporte colectivo, en fin, se puede decir que a pesar de ser una ciudad donde sus habitantes viven básicamente del comercio ha crecido bastante, en el aspecto de fabricas no se ve gran cosa, mas bien parece ser una ciudad que carece de ellas, al menos no vi los parques industriales con sus maquiladoras o aquellas que hacen artículos por completo, el cielo se mantiene libre de contaminantes, salvo aquel que es dejado por los automóviles, finalmente me regresé al centro de la ciudad y pude ver que en el teatro de la Guelaguetza había fiesta, lo estaban televisando, mucha gente pero para no variar y perder la costumbre ese día empezó la lluvia mas temprano, a pesar de ello los bailes continuaron y como es al aire libre los danzantes así como presentadores estaban completamente mojados, no así el publico al que se les dio (o vendió) impermeables, mas de dos horas bajo el agua como que es algo digno de admirar, lo bueno es que fue una lluvia sin relámpagos ni rayos, se puede decir que fue la mas tranquila que me toco en la ciudad, termino como si fuera equipata, de un chipi chipi que si mojaba, en el mercado de artesanías de la localidad fue donde pude encontrar una camiseta que hablara sobre algo del estado, parecerá mentira pero casi todos los puestos artesanales tienen mercancía dedicada exclusivamente para la mujer, salvo aquellos donde te dan a probar los mezcales artesanales y los industrializados, para que escojas, en esos no se veía gente, estaban las chicas tipo edecanes preguntándole a los transeúntes que si lo querían probar, lo interesante fue ver que solo se dirigían a las gentes que tenían cara de "turistas" a los locales ni volteaban a verlos, menos si eran chaparritos y morenitos.
Dentro de las curiosidades que se ven es que a pesar de ser un lugar de comerciantes, hay dinero circulando por las calles, la llamada pobreza extrema no se ve ni en las orillas, lo palpable era el miedo de la ciudadanía en general a acudir a las fiestas de la semana de Oaxaca por temor a que hubiera violencia por parte de los grupos antagónicos al gobernador, incluso en escuelas de estudios superiores había letreros de que se suspendían las labores ese día por la situación que había en la ciudad y ya para llegar a ese punto la situación no es tan sencilla como se pretende hacer en la Tv
Por la noche acudí a la explanada del ex convento de Santo Domingo, una iglesia que en sus inicios albergo a uno de los conventos de mayor tamaño en la nueva España y porque no decirlo también, de los mas ricos que hubo, la iglesia en su interior esta toda dorada, partes donde aun existe la chapa de oro de 14 k con el que se cubrían las paredes y los cuadros de las imágenes y en otras partes se veía que ya solo era pintura dorada con que se había pintado donde alguna vez fue oro, especialmente las paredes bajas que están a la mano de los parroquianos, es la única iglesia donde se pide que no se utilice el flash de las cámaras, los techos se encuentran completamente pintados, la visita a dicho templo bien vale la pena cuando se va en plan de turista, simplemente al entrar no puedes dejar de exclamar un huauuuu, que hermosa está, pero retomando el curso, fuera de la iglesia había una presentación de una artista oaxaqueña cantando música del estado, de diversas partes de el, mezcla de ritmos africanos y ritmos propios de la región, no hay que olvidar que los estados donde mas gente de África llego fueron los de Veracruz, Oaxaca y Guerrero, aunque ya no quedan como negros, ya se han mezclado mucho con los indígenas hasta perderse en el tiempo, un muy interesante espectáculo en donde participaron, aparte de los músicos y al vocalista, tres bailarines tipo alebrijes, muy comunes en la región.
Una vez terminado el espectáculo me dirigí al hotel, entablé charla con una muchacha suiza que estaba por salir rumbo al D.F. y de ahí volar a su casa, la despedí y me fui a la cama. Al día siguiente terminé de empacar y a las 9:30 a.m. salí con destino al D.F. pero ya con la bolsa casi vacía por lo que no llegué a conocer las ruinas de Teotihuacan, ya será mas adelante, ahí trasbordé de autobús y a Cd. Obregón, creo que para que descansara de mis vacaciones, llegué a las 9:30 de la noche, ni mas ni menos que 36 horas.... sin considerar el cambio de horario pues entonces serían 38 horas en total, casi nada, no? La verdad es que no me vuelvo a subir en un camión de la linea Elite, pésimo servicio y lentos hasta decir basta, si quieren seguir en el negocio habrá que cambiar de operadores y de camiones a unos mas nuevos, ya están viejos y gastados por dentro.